Aunque a menudo consideramos que tenemos bajo control nuestras emociones solo por el hecho de ser nuestras, olvidamos que precisamente por ser emociones, son cambiantes e intensas, y por eso, terminamos perdiendo de vista nuestras reacciones cotidianas o el manejo que tenemos en nuestras relaciones de pareja, familiares o superiores.
Es entonces importante evaluar de vez en cuando las formas que usamos para expresar las emociones con el objeto de hacer un alto en el camino y gestionar mejor aquello que nos hace daño a nosotros y a los demás. Proponemos estos instrumentos sencillos con su respectiva manera de calificarlos.
(Instrumentos tomados de Vivas, Gallego & González, 2007)
Comments